El poder de los abrazos

Voy a empezar por las buenas noticias.  La fractura de Súper Laura va por buen camino.  El miércoles fuimos a ver al ortopedista y resulta que está soldando como se esperaba y que no se necesita nada más que tiempo y paciencia.

Me queda claro que la paciencia es un componente que no es nada fácil de encontrar y no sé de dónde saca tanta para poder aguantar las constantes envestidas y pruebas que nos está poniendo la vida.

Sigo sin oír de su parte ni un quejido, con excepción de un día que emitió un ligero “uhmmm” debido a que le dolía la patota rota.

Súper Laura, quiero aprovechar estas líneas para decirte “Te veo amor de mis amores y mi corazón se derrite de admiración y de orgullo por tu forma de ser.  Te amo con toda mi fuerza y agradezco al universo el maravilloso regalo que ha sido tu compañía.  Te mereces el cielo y las estrellas y me duele, peor que la agonía más terrible del cáncer, no haberte podido cumplir todo lo que te ofrecí.  Ojalá el tiempo que me queda sea suficiente para al menos volver a intentarlo.”

En cuanto a mi salud, me he estado esforzando en caminar un poco más y creemos que debido a eso la pierna de los coágulos ha mejorado substancialmente.  He estado bastante alejado de los dolores, tanto los de la pierna como los del cáncer en sí.  La debilidad en las piernas ha aumentado un poco y el subir un solo escalón implica todo un esfuerzo, pero con la ayuda de barandales logro hacerlo.  Casi no estoy usando la andadera para caminar, a pesar de que camino como un verdadero anciano de camino a su propio funeral.

En cuanto a la alimentación, hay días buenos y otros malos, pero me esfuerzo, a pesar de que algunos días el malestar y rechazo a la comida es alto, en comer cada día mejor.  Se me han estado antojando cada día más las verduras y voy a incrementar su consumo.

El asador sigue dándonos muchas horas de placer y no pasan un par de días sin que lo usemos.  Esteban se está volviendo un experto en su uso y veo que cada día lo disfruta más.  Jimena, a quien extraño horrores por sus terribles horarios de trabajo (sale casi diario a las 10 – 11 de la noche) no pasa el tiempo que yo quisiera en la terraza, pero los pocos momentos en que lo está, la disfruto enormemente.

Todos sabemos del impresionante poder curativo y de dar placer que tienen los abrazos.  Cuando veo a mis amigos acá en el pueblo, intento, con toda mi fuerza, darles un abrazo en el cual sientan mi cariño y a la vez, tomar algo del que sé que ellos tienen por mí.

Tengo el problema de que quiero abrazar a mis familiares y amigos que viven en diferentes países, pero es más allá de imposible, así que lo que estoy haciendo en las noches es hacer una lista mental por familia o por grupo de amistad y a cada uno, le digo un “te quiero” y lo abrazo con toda mi fuerza.

Empecé por mis abuelitos.  Pasé a mis padres y después a mis tíos (de acuerdo a la edad) y pasé por cada uno de sus hijos – mis primos – y por los hijos de ellos, así como por el par de lo que son los tataranietos de mis abuelitos maternos.

Estoy seguro haber revisado la lista y no haberme saltado a ninguno de todos los que conformamos esta hermosa familia Buitrago.  Uno de estos días los voy a enumerar para saber exactamente cuántos somos los que con tanto orgullo pertenecemos a este “clan” que se ha sabido mantener unido, a pesar de las distancias.

En el caso de mi lado Flores, ha sido más difícil, ya que hay muchos de ellos que ni siquiera conozco, pero a mis Tíos y a mis primos, con los cuales compartí grandes momentos de la infancia, les aplico el mismo tratamiento de abrazos y cariño.

Mi poder de concentración/meditación se ha ido mejorando, a grado tal que en la mayoría de los casos logro sentir físicamente el abrazo de cada uno de mis «abrazados» y eso me llena de energía y alegría.  “Familiar, te quiero mucho, me haces muy feliz y ten la seguridad que he pensado en ti hace relativamente poco.”

Ese mismo ejercicio lo he estado extendiendo a mis grupos de amigos, (tanto los propios como los originados por Súper Laura), ex socios de negocios y empleados que me han dado el placer de colaborar en mis múltiples empresas, que para bien o para mal he fundado en estos treinta y tantos años de empresario.

No, no es una despedida, es solo que me llena de energía el recordar la cara y actitud de tanta gente que me ha dado la oportunidad y felicidad de convivir con ellos.

Gracias universo, gracias vida, gracias familia, gracias amigos, por haberme llenado de felicidad, por todo lo que has representado en mi vida y por lo que espero poderte dar en el tiempo que me quede de esta hermosa vida terrenal.

Ten la seguridad que he pensado en ti.

PD Estoy escribiendo una novela nueva.  Ya te contaré!!!

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